domingo, 21 de octubre de 2012

EL TACHIRA NO ES UN TROFEO
Los tachirenses somos una sociedad culta y civilizadora; los acontecimientos políticos que se sucedieron desde 1900 y hasta medio siglo después es la historia del Táchira que es la historia de Venezuela, somos el único estado cuya historia es la historia del país, por ser los protagonistas de esos episodios. Venezuela es hoy un país polarizado con particularidades en los procesos electorales, la oposición gana determinados estados en las elecciones a gobernadores donde luego se pierde en las elecciones presidenciales, casos emblemáticos como el Zulia y Carabobo. Los últimos resultados electorales determinaron que en sólo dos estados Chávez no ganó, Mérida y Táchira. Hay quienes se preguntan que hacemos aquí que no se hace en otros lados. La respuesta hay que buscarla en nuestra sociedad, en el gentilicio de nuestro pueblo en primer lugar. El tachirense nunca se rinde frente a ninguna adversidad, es tesonero, tiene sentido de lo grande que son sus hombres y mujeres, son pioneros, emprendedores; sus valores de sociedad son contrarios al socialismo y su proceso. El pueblo tachirense es el mas político de Venezuela, de ordinario se dice que a un tachirense no le pueden mostrar la entrada de Miraflores en razón a que nunca encontrará la de salida. A los tachirenses los pueden engañar pero no los pueden estafar, en política menos. Así encontramos que se votó por Ronald Blanco La Cruz que venía envuelto en la historia no verdadera de ser el que manejaba una tanqueta el día del frustrado golpe de estado contra Carlos Andrés, eran los tiempos de cambio anunciados por un movimiento que dijo ser nacionalista, levantando banderas de justicia social. El tiempo determinó que ese movimiento era socialista; así sus voceros lo expresaron y coincide entonces con la elección para un tercer período al que se postulaba el candidato capitán Blanco la Cruz; el resultado es conocido, los tachirenses le retiraron el apoyo por las razones que expongo. Fue engañado el pueblo, pero no lo pudieron estafar dos veces con el mismo truco. El Táchira y su gente en el mapa electoral somos una isla, aquí gano Henrique Capriles y nos convertimos ahora en objetivo político de Chávez y el chavismo. Quieren ganarnos las elecciones de gobernadores. Tienen problemas severos de división, existe una franja que separa a la base de sus dirigentes, al interior coexisten dos tendencias, la radical y la que es moderada. La base radical señala a sus dirigentes y diputados de ser la derecha endógena responsables del fracaso sostenido de la revolución. Otro problema que han tenido es una crisis de liderazgo que quisieron solucionar importando un candidato de Mérida, al conocido Tareck, al que después de 2 meses retiraron por no levantar en las encuestas. Después de no conseguir a nadie, pensaron en uno que tuvo problemas en el pasado con Chávez y por ello lo saco del SENIAT y lo tiró a su olvido. Después de pensarlo en la sala situacional del PSUV llegaron a la conclusión que había que postular a un candidato que tuviese un parecido a la clase media y que se pareciera a la oposición, y es cuando aparece Vielma. Primero lo quieren hacer pasar por gerente y debo decir que una cosa es ser un buen cobrador de impuestos, cerrando cuanta actividad económica exista multando para conseguir recursos para financiar la revolución y otra cosa muy distinta es ser gerente, empresario y emprendedor, que en el Táchira hay y en cantidad. Pues bien, se encontró el candidato chavista en la encrucijada de que decir y que hacer, y en VTV en una entrevista le preguntaron ¿es usted un chavista light? Frente al público que lo ve en la televisión del estado que sabe son todos chavistas respondió R) ¨yo soy un chavista radical¨. Que pasa en todo esto, viene a ser candidato, tratando de confundir y lograr votos opositores y tratar de llevarle el Táchira como trofeo a Chávez y así se reconciliaría con su jefe que lo execró años atrás. El Táchira No es un trofeo, no se deje confundir. CARLOS CASANOVA

martes, 16 de octubre de 2012

UNA MIRADA A LAS ELECCIONES DE VENEZUELA

Este proceso electoral que apenas termina deja reflexiones y análisis por hacer para explicar las razones del triunfo de Chávez y de la derrota de Capriles. Aún y cuando hay quienes sostienen la posibilidad de un fraude, otros creen en que los procesos que conducen al voto son procesos fraudulentos.

I

En Venezuela se vive un proceso revolucionario de aplicación sucesiva, por capítulos, por entregas. Si algo caracteriza y diferencia este proceso de otros en otras latitudes es su forma. La revolución es un cambio violento de estructuras en teoría, pero en Venezuela se estreno una nueva forma de implantar la revolución permitiendo ese cambio de estructuras desde el poder mismo, vale decir amparado y protegido desde los poderes públicos.

Los que planificaron esta revolución se plantearon primero buscar la manera de controlar de forma absoluta los poderes públicos. La máxima revolucionaria establecía “Todo dentro de la revolución, nada fuera de ella” y así fue efectivamente; se rompió el viejo esquema de la autonomía de los poderes para ponerse al servicio del proyecto personal de Hugo Chávez.

Con la desinstitucionalización de la fuerza armada, su partidización e ideologización de la cúpula que controla los mandos operativos, se coloca a las FAN también al servicio de la revolución que adelanta Chávez.

No se puede ser tan inocente de creer que si los poderes públicos son controlados políticamente por Chávez el poder electoral seria entonces una isla en el control.

II

Hugo Chávez monto un gobierno paralelo al que encontró en 1998, en él incorporo solo a sus seguidores y luego del diseño de las “misiones” que Fidel le recomendó avanzo violando la constitución en el mayor apartheid político visto como fue la llamada “Lista Tascón” conforme al cual todo aquel que firmo para revocar el mandato de Chávez fue sacado del gobierno y si tenia algún crédito pendiente se le negó.

La primera misión la “misión milagro” constituía en llevar personas de distintas edades a Cuba para ser operadas, esta misión en el exterior fue coordinada por el Partido Comunista de cada país en una labor de activismo político para lo cual Venezuela es su aportante y financista. Esto constituye una intervención política de Venezuela en el exterior.

Las misiones se multiplicaron y se convirtieron realmente en un gobierno paralelo cuyo propósito es tener control político del acto medico, educativo, deportivo, de ancianos, de comida, cédulas y así de muchas otras cosas. Las misiones son un mecanismo de control político sobre las personas que reciben algún tipo de beneficio o la promesa de recibirlo.

III

Cuando evaluamos entonces las condiciones de participación electoral encontramos que Henrique Capriles compite contra el Estado y el peso del Gobierno, estos desarrollan una campaña abusiva sin detenerse en las reglas que se imponen desde el CNE. Controla el Gobierno el 80% de la torta de medios de comunicación, 400 emisoras de radio, 6 televisoras y cuatro periódicos, todas dedicadas a la información del gobierno y a la ideologización permanente

En ninguno de estos medios tuvo espacio de participación la oposición, o cualquier pensamiento distinto al de Chávez. Más aún Chávez desarrollo una seguidilla de cadenas oficiales de transmisión que el propio CNE se declaró incompetente en regular; claro está, lo que el CNE si puede regular es el contenido de las cadenas. Frente a esta circunstancia Capriles estaba constreñido a un cumplimiento de 3 minutos en TV y radio.

El Gobierno que no actúa de forma imparcial montó en cada oficina de gobierno y en cada misión un comando de campaña, con lista en mano presionó a sus inscritos, por demás diciendo que el voto no era secreto y que se sabría por quién se votaba.

El la zona rural el “voto asistido” fue brutal, la presencia de testigos de la oposición se hizo nula por la forma como los integrantes de mesa manejaron este asunto. En las zonas rurales la presión sobre los electores es de tal manera que en la practica el voto ya no es secreto.

Mención especial hay que hacer cuando hablamos de los miembros de mesa, ya que estos fueron sorteados del registro electoral. Sucede que en estas zonas rurales las notificaciones las envían por medio de IPOSTEL, organismo del Gobierno que al llegar a los pueblos sabían de quien se trataba y si la persona era de oposición o no oficialista no la entregaban para luego buscar la manera de sustituirlos por los revolucionarios y así controlar el acto de votación desde las mesas electorales teniendo mayoría.

Este análisis se encuentra ratificado cuando observamos los resultados electorales; el 61,38% de los votos de Chávez están en la zona rural y la fuerza de Capriles en las zonas urbanas con más de 50mil electores. Es en la zona rural donde se pone de manifiesto el tema de los dobles y triples cedulados, ya que el capta huella solo sirve para esa mesa a donde se encuentra, de tal manera que al no estar interconectada permite el voto del doble cedulado en centros y mesas distintas.

IV

El tiempo de votación en lo que denominaron la herradura, que es el tiempo que se cuenta desde que entregas tu cédula de identidad para ser verificado como elector hasta el acto de votar, realmente son 3 minutos. Pero el tiempo para poder ingresar al centro de votación vario desde tres horas, cuatro, cinco y nueve horas. Una operación Morrocoy dirigida por el plan República destinada a producir cansancio en el elector, maquinas que se dañaron y no fueron remplazadas en el tiempo estipulado y más aun cuando ya no había posibilidad de votación automatizada no se cumplió el protocolo de tiempo para comenzar con la votación manual.

En la zona urbana se aplicó una estrategia de podar la posible votación de Capriles. A ello hay que sumarle la recurrente denuncia de que al votar por Capriles aparecía el voto nulo sin posibilidad de rectificación, en este solo episodio se sumaron 380 mil votos, que sabemos eran para Capriles, así como la estrategia por parte del gobierno de presionar a los administradores de ciertas tarjetas que le habían dado apoyo a Capriles para que le retiraran su apoyo. Mención especialísima la de “Unidad Democrática” que capto 65 mil votos cuya intención era por Capriles y terminó siendo para otra candidata. En esta operación “Poda” se puede decir que en estos dos renglones disminuyeron 500mil votos de la alternativa democrática, mas lo que narramos sucedió en la zona rural.

V

El chavismo realizo una campaña con sus listas en mano, presionando y comprometiendo su remolque como garantía de voto. A la oposición la “operación progreso” que es la encargada del remolque le falló y allí existe una importante diferencia.

VI

Las razones que encontraron los electores venezolanos para votar nos introduce en nuevos elementos de la política electoral, en cuanto a como define un elector su voto. Así tenemos que el elector de oposición valora dos elementos. El primero es el socialismo y su implantación que lo considera inconstitucional, ya que la constitución bolivariana define una economía social de mercado y no una economía estatizada, intervenida y colectivista. En segundo lugar, el deterioro de la calidad de vida de los venezolanos y las condiciones generales de empobrecimiento del país, la falta de seguridad personal, jurídica. La convicción de que el socialismo es racionamiento, como se viene produciendo con los repartos de comida en MERCAL o PDVAL, la ausencia de gerencia y la dependencia en un 95 de la producción del petróleo, la exagerada importación de lo que se consume en un 80% por el solo hecho de liquidar la empresa privada y todo emprendimiento particular. El venezolano defiende su estilo de vida que no se parece en nada al socialismo. El financiamiento de la revolución en otras latitudes con dinero venezolano, el cogobierno que ejercen los cubanos en suelo patrio no es aceptado por buena parte del país. La descalificación como instrumento de división con cargas de odio para que nunca las partes se encuentren y se reconcilien formando nuevas mayorías constituyen estrategias perversas que se han aplica sobre los venezolanos. El opositor defiende su derecho a la modernidad y a un futuro seguro.

En Venezuela estamos presentes frente a un clientelismo gubernamental sin límites, la administración pública nacional y todas sus empresas están llenas de funcionarios declarados chavistas, muchos de ellos milicianos. La mayoría llego por necesidad de trabajo y el tiempo en la exigencia de participación en talleres y cursos de formación terminaron siendo revolucionarios de convicción, otros decepcionados de lo que ven, se sienten observados y con miedo, prefieren no exponerse para no perder el trabajo. Así están los integrantes de las misiones, muchos se acostumbraron a vivir como si estuviesen en CUBA, en racionamiento y dependiendo para todo del Gobierno, otros a los cuales no les han cumplido, misión adulto mayor o vivienda, la presión y el control son definitivos, “si no vota no le cumplimos”. Comentaba que para los funcionarios y beneficiarios del Gobierno el voto en la práctica no es secreto, el marcaje personal es abusivo.

Este elector oficialista no valora el estado de deterioro del país, sin servicios públicos con racionamiento eléctrico y en condiciones que nunca en la mal llamada cuarta republica su tuvo o se vivió. La inseguridad en Venezuela es de las más altas del mundo, paradójicamente es en los barrios pobres donde las cifras son más altas y se perciben ya estos hechos como de la vida cotidiana. La revolución mediatizó a buena parte de la población, los patrones culturales y sus valores han cambiado. Podemos decir que en Venezuela coexisten dos venezolanos distintos en valores y en aspiraciones; a los que les gusta el trabajo como fuente de su riqueza y los que dependen del Gobierno, los que aplauden el modelo de vida de los cubanos y los que lo criticamos, los que aplauden el hecho de que los cubanos trabajen en Venezuela sustituyendo a los connacionales y los que no aceptan tales hechos.

Muchos electores de Chávez solo valoraron su beneficio directo del Gobierno o su promesa sacrificando las condiciones generales del país.

Chávez anuncia la implantación de estado comunal radicalizando el proceso, de otro lado se cree que la diferencia en votos no le permitirá desconocer la otra Venezuela considerando que los venezolanos no creen que Capriles haya perdido las elecciones sino que fue victima de fraude, a ello hay que agregar que es definitivo el hecho de que la fuerza de la oposición se concentra en las zonas urbanas y la chavista en la rural.

Todo esta por definirse en las nuevas elecciones regionales, pero lo que si es cierto es que VENEZUELA es recorrida por el sentimiento del 2 de enero del año 1958.

CARLOS CASANOVA

lunes, 1 de octubre de 2012

ESTE 7 DE OCTUBRE SE CIERRA EL CICLO


El 7 de octubre es un día que quedará grabado en las páginas de la historia política de Venezuela y del mundo, en Venezuela se derrotará el modelo de izquierda radical que se impuso gracias a la influencia determinante de Fidel sobre Chávez, autor de su tragedia electoral también. Se pondrá fin a una revolución amparada y protegida por los poderes públicos. Conceptualmente siempre se ha dicho que montar un modelo socialista en un país solo se logra si este es un país pobre y su sociedad expresión de esa pobreza. Es aquí donde la revolución no encontró mayor eco luego de 14 años; inició un proceso de eliminación de toda la actividad privada y de la propiedad de los medios de producción, estatizó, cerró y persiguió el libre emprendimiento, trató de igualar los ingresos de los venezolanos, nos dividió y concentró su acción de gobierno solo en sus seguidores. El modelo socialista del siglo XXI es un modelo de pensamiento y de partido único, es un modelo para perpetuarse en el poder. Toda revolución encuentra en la corrupción a su enemigo. En Venezuela la revolución no pudo empobrecer a toda la población aún y cuando hizo dependiente del Gobierno a buena parte; pero con tantos recursos con los que cuenta el país sin ser invertidos en la gente para cumplir el propósito de doblegarlos se convirtieron en corrupción. Chávez con su discurso cívico-militar montó un modelo militarista. Definido el militarismo como una ideología según la cual la fuerza militar es la fuente de toda seguridad, el militarismo se contrapone a los pensamientos y movimientos de paz que modernamente existen, los primeros dicen “para lograr la paz hay que prepararse para la guerra” y con este slogan controlan a la sociedad con políticas de miedo. En este esquema y modelo solo un grupito accede al poder. El militarismo lo hay de izquierda y de derecha, en Latinoamérica hasta los años 80 existieron, resurgiendo con Chávez. Pero con Chávez resurge también en combinación al militarismo el autoritarismo, que podemos definirlo, como una modalidad de ejercicio de la autoridad sin consenso originando un orden social opresivo y carente de libertad para la otra parte de la sociedad que no la comparte, el autoritarismo aboga por el gobierno absoluto, absolutista, despótico y totalitario. Los gobiernos autoritarios de hoy funcionan como gobiernos monopartidistas pero pueden existir varios siendo la función del Estado excluyente para los demás. Podemos afirmar en consecuencia que con Chávez perdiendo las elecciones se cierra el ciclo de gobiernos militaristas y autoritarios en Latinoamérica. Para Venezuela seria entrar en la modernidad y se estrenaría una etapa de políticos que exhiben su carta de presentación el servicio público con éxito. El 7 de Octubre se entierra la cultura del miedo y la violencia, dejaremos la oscuridad y caminaremos a la luz. El liderazgo populista debe darle paso al liderazgo compartido y colectivo. No se trata de regresar al pasado, se trata de dejar este presente que no es futuro para nadie en el pasado junto al pasado. Este episodio final de campaña donde Chávez ha dicho que no importa si el pueblo tiene luz, agua, casa, cloacas, trabajo, crédito, salud, educación. Que está en juego algo más profundo que eso, y uno solo piensa para responder, es que el ejercicio del gobierno solo se justifica es para resolver los problemas de la gente, pensar de otra manera es violentar La Constitución y poner los sagrados intereses del pueblo en función de objetivos y estrategias que no se conocen y que se enmarcan en la política exterior de ser antimperialista pero como válvula de intereses distintos al del pueblo. Hoy se cierra un ciclo de vida política para Latinoamérica y para Venezuela al cual no deberemos regresar más nunca y dejarlo como un episodio gris de nuestra historia.

CARLOS CASANOVA LEAL