viernes, 22 de agosto de 2014

TARJETA BIOMETRICA DE RACIONAMIENTO ES INCONSTITUCIONAL

TARJETA BIOMETRICA DE RACIONAMIENTO ES INCONSTITUCIONAL La crisis que actualmente vive Venezuela es la consecuencia del cambio de modelo económico y político, de una economía social de mercado que está definida en la constitución al socialismo cubano o comunismo que es el proyecto revolucionario inconstitucional. Aquí está la clave para entender la circunstancia de pérdida de calidad de vida que hoy confrontamos los ciudadanos y es la razón de la crisis que padecemos. Si el presidente Maduro gobernara con los dictados de la constitución bolivariana que los venezolanos hemos votado en su aprobación en 1999 y que luego defendimos en referendo en 2007 frente a la pretensión de hacerla socialista, no estaríamos pasando por esta crisis. Hoy somos dos pueblos en un mismo país, los que nos oponemos al cambio de nuestro estilo de vida y los que quieren vivir en el socialismo cubano, ósea en esta crisis. El socialismo es escasez, racionamiento y control social. Lo que para unos es crisis para otros ya es un modo de vida. “la tarjeta de abastecimiento segura” y su mecanismo el sistema biométrico para evitar el contrabando constituyen un mismo cuento para lograr un fin ideológico previsto. El gobierno quiere hacerle creer a los venezolanos que la escasez se debe al contrabando y que la forma de evitarlo es regulando el consumo de los que no somos contrabandistas y para ello diseño dos sistemas que conducen al mismo fin: El racionamiento. Todos los países a donde se impuso el comunismo o el socialismo ortodoxo cuentan con el racionamiento como forma de controlar políticamente el acto de suministrar alimentos en el proceso de supeditar al ciudadano al gobierno, le establece una dependencia aberrante conforme al cual para comer dependes del gobierno. Tanto la “tarjeta de abastecimiento (racionamiento)” como el sistema biométrico son inconstitucionales. El artículo 117 constitucional establece “Todas las personas tendrán derecho a disponer de bienes y servicios de calidad, así como a una información adecuada y no engañosa sobre el contenido y características de los productos y servicios que consumen; a la libertad de elección y a un trato equitativo y digno”….. Está claro entonces que el consumidor tiene un derecho y el gobierno un deber. Establece este artículo “el derecho de elección” a escoger entre varios productos y al gobierno el deber de que ejercite el ciudadano ese derecho; la dimensión de este derecho de elección incluye, cómo, cuándo, cuánto y donde quiera comprar. Tratar por tanto sin estar en guerra de condicionar este derecho a una sola vez cada 15 días de comprar, registrarse para comprar violando su intimidad como derecho, ya que el registro es para control social. Institucionaliza el racionamiento como política de gobierno, indicando claramente que ya no existirá ni abundancia ni derecho a elegir el producto que quiera sino el que el gobierno ofrezca. Es el gobierno el que determina su necesidad, ya no es usted el que dice cuanto necesita de un producto, el gobierno revolucionario es el que le dice cuanto de un producto puede comprar indistintamente de si su familia es grande o pequeña, ambos comprara la misma cantidad, marca y con la misma frecuencia. Con estas medidas usted perdió derechos que la constitución le garantizaba y lo que era un deber establecido al gobierno se convierte en derecho no escrito de proporcionarle lo que el gobierno considere usted debe comer. Si una característica del socialismo cubano o comunismo es el desabastecimiento para instalar el racionamiento objetivo de la revolución, no queda más que decir que llego lo que nadie quería ¡el comunismo, vestido de socialismo del siglo XXI” CARLOS CASANOVA

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