viernes, 13 de enero de 2017

LA INTEGRACIÓN FRONTERIZA VENEZOLANA COLOMBIANA SE DISOLVIÓ El cambio del modelo económico junto al cambio de las políticas financieras y monetarias tomadas por el gobierno revolucionario generó tantas desviaciones y distorsiones económicas que condujeron al cierre de la frontera y con ello echaron por tierra los logros alcanzados a lo largo de muchos años en los procesos de integración. La regresión que tenemos hoy determina que la integración se disolvió somos una línea de tensión. La distorsión generada por los procesos inflacionarios, el diferencial de precios y costos en Venezuela, más el valor externo de la moneda por el mantenimiento de los tipos de cambio artificiales, los controles de cambio, los sistemas de asignación de divisas controlada políticamente por el gobierno tiene un impacto directo en los desajustes del comercio exterior, más aun si consideramos que exportamos casi solamente petróleo y somos importadores del 80% de lo que se consume. Contando con la escasez de materia prima y de bienes como consecuencia de la sequía de divisas en el país. Tenemos que hablar claro, el tipo de cambio debe equilibrarse y se fija en función de las exportaciones e importaciones globales de cada país y se determina por la situación de costos y precios de los productos que se intercambian. Pasamos de ser la frontera más viva de Latinoamérica a una frontera de paso peatonal. Esto precisamente no es integración. La integración es una política económica, junto a la política monetaria y cambiaria que son inseparables. El valor de la moneda, la evolución de los precios de bienes y servicios, control de la inflación, son el núcleo central de la política monetaria y objetivo del BCV que no lo puede hacer por la pérdida de su autonomía a manos del gobierno. El gobierno debe explicarle a los ciudadanos como y en qué nivel se encuentra la integración comercial, como está la integración aduanera, la integración financiera y la integración monetaria, para que pueda al fin admitir que no hay integración. No hay crecimiento ni desarrollo económico, no existe bienestar en el pueblo y menos en el de frontera a donde lo que se esta es acumulando una inmensa deuda social. La integración se acabó, el falso dilema ideológico entre el Estado y el Mercado llevo al gobierno al estatismo provocando la obsolescencia industrial, la pérdida de competitividad en los mercados internacionales, al estancamiento y pobreza. El gobierno debe ser honesto y admitir que el desarrollo endógeno como estrategia económica fracaso y no es posible sostenerla más a punta de fusil y que no sustituyo la actividad productiva privada. Es tiempo de cambiar para salir de la pobreza Carlos Casanova

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