viernes, 3 de marzo de 2017

REORGANIZARNOS PARA AVANZAR

REORGANIZARNOS PARA AVANZAR El resultado no pudo ser peor para la sociedad opositora, su dirigencia encalló en las arenas de la estrategia oficialista y desmovilizo la protesta que exige cambio de rumbo y de gobierno. En los próximos días veremos repetir la película del año pasado, frente al cual las expresiones opositoras se dividirán; “el dialogo” y la comunidad internacional a instancias de la OEA debatiendo y buscando votos para la aprobación de La Carta Democrática al gobierno de Venezuela. En este punto las expresiones de oposición se dividirán también, existen sectores en la oposición que quieren participar del dialogo, que no están de acuerdo en la aplicación de la carta democrática así como no están de acuerdo con la cláusula democrática que saco a Venezuela de Mercosur. Esa expresión de oposición mayoritaria ya no plantea la salida de Maduro. Por tanto el dialogo del gobierno solo servirá para distraer al pueblo sembrándole desesperanza, toda vez que seguirá ganando tiempo y desmovilizando. La oposición está en el juego del gobierno, baila en la estrategia que les presentan; por ello la legitimación de los partidos que se pudo evitar si en las elecciones anteriores los partidos hubiesen participado con sus propias tarjetas en alianzas perfectas y los partidos que no reunieran la votación requerida tendrían solo ellos que legitimarse y no todos como consecuencia de participar con una sola tarjeta, para esconderse en ella sabiendo algunos partidos que no están en la preferencia popular. La propia tarjeta MUD tiene dos juicios pendientes. El CNE, brazo electoral de la revolución liquidara por lo menos al 98% de los partidos de oposición y a la totalidad de partidos de izquierda aliados del PSUV. ¿Qué pretende? Elecciones controladas y conformación del estado de pensamiento único, con algún partido de oposición que participe para perder como en la estrategia de Nicaragua. El gobierno sigue radicalizándose en razón a que no encuentra oposición que la detenga ni mensaje aglutinador que conduzca a la sociedad Venezolana por el cambio. El comienzo de la solución pasa por dos conductas: 1.- La participación y 2.- crear la cultura de resistencia, para que en aumento se genere al ambiente de movilización y cambio. La participación activa, no la pasiva. Activa es participar de tareas diarias aun y cuando sean pequeñas. Entender que no se pueden ejercer políticas creyéndolas excluyentes en razón a que la situación de Venezuela es nueva para el mundo político. Firmar la legalización de un partido es muy válido, te hace militante y con el surge el derecho de elecciones internas sin manipulación de listados, esto es una ventaja en lo que vendrá después la renovación de liderazgos internos. Pero valide con su firma también la convocatoria de una asamblea nacional constituyente. Como ve no se excluyen, pues participe de las dos formas. La constituyente es el nuevo proyecto de país y en si misma encarna el cambio real. Cualquier salida pasa por la convocatoria a una constituyente. La participación a la que hago mención incluye la necesidad de organizarnos en las comunidades para organizar las elecciones de los consejos comunales, así el gobierno por vía de funda comunal no quiera, y esta será la conducta de rebeldía, elegimos a nuestros representantes locales. El gobierno no quiere hacer estas elecciones. Vamos nosotros construyendo el andamiaje legitimado de dirigentes comunales. Con esta estructura se logra la lucha por las reivindicaciones más urgentes e inmediatas de la sociedad. La cultura de resistencia nos indica que debemos manifestar de alguna forma todos los días y romper el habituamiento del ciudadano a las formas de dominación del gobierno. Por ejemplo, el clap, cómprelo diciendo que se tiene derecho a comprar producto nacional, que tiene derecho a elegir el producto en marca y cantidad. Avanzar en las múltiples formas de protesta pacífica. Con esto lograremos el espíritu colectivo de liderazgo y de trabajo, un proyecto nacional de cambio y su consecuente movilización. Y por favor no repitamos la historia se seguir apoyando gente que solo piensan en ellos como dirigentes mesiánicos, acabar con el tráfico y chantaje emocional y cancelar a todo el que llegue diciendo “yo aspiro”. La política debe en tiempos de crisis recuperar el sentido de lo colectivo en su conducción y ejercicio CARLOS CASANOVA

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