lunes, 1 de octubre de 2012

ESTE 7 DE OCTUBRE SE CIERRA EL CICLO


El 7 de octubre es un día que quedará grabado en las páginas de la historia política de Venezuela y del mundo, en Venezuela se derrotará el modelo de izquierda radical que se impuso gracias a la influencia determinante de Fidel sobre Chávez, autor de su tragedia electoral también. Se pondrá fin a una revolución amparada y protegida por los poderes públicos. Conceptualmente siempre se ha dicho que montar un modelo socialista en un país solo se logra si este es un país pobre y su sociedad expresión de esa pobreza. Es aquí donde la revolución no encontró mayor eco luego de 14 años; inició un proceso de eliminación de toda la actividad privada y de la propiedad de los medios de producción, estatizó, cerró y persiguió el libre emprendimiento, trató de igualar los ingresos de los venezolanos, nos dividió y concentró su acción de gobierno solo en sus seguidores. El modelo socialista del siglo XXI es un modelo de pensamiento y de partido único, es un modelo para perpetuarse en el poder. Toda revolución encuentra en la corrupción a su enemigo. En Venezuela la revolución no pudo empobrecer a toda la población aún y cuando hizo dependiente del Gobierno a buena parte; pero con tantos recursos con los que cuenta el país sin ser invertidos en la gente para cumplir el propósito de doblegarlos se convirtieron en corrupción. Chávez con su discurso cívico-militar montó un modelo militarista. Definido el militarismo como una ideología según la cual la fuerza militar es la fuente de toda seguridad, el militarismo se contrapone a los pensamientos y movimientos de paz que modernamente existen, los primeros dicen “para lograr la paz hay que prepararse para la guerra” y con este slogan controlan a la sociedad con políticas de miedo. En este esquema y modelo solo un grupito accede al poder. El militarismo lo hay de izquierda y de derecha, en Latinoamérica hasta los años 80 existieron, resurgiendo con Chávez. Pero con Chávez resurge también en combinación al militarismo el autoritarismo, que podemos definirlo, como una modalidad de ejercicio de la autoridad sin consenso originando un orden social opresivo y carente de libertad para la otra parte de la sociedad que no la comparte, el autoritarismo aboga por el gobierno absoluto, absolutista, despótico y totalitario. Los gobiernos autoritarios de hoy funcionan como gobiernos monopartidistas pero pueden existir varios siendo la función del Estado excluyente para los demás. Podemos afirmar en consecuencia que con Chávez perdiendo las elecciones se cierra el ciclo de gobiernos militaristas y autoritarios en Latinoamérica. Para Venezuela seria entrar en la modernidad y se estrenaría una etapa de políticos que exhiben su carta de presentación el servicio público con éxito. El 7 de Octubre se entierra la cultura del miedo y la violencia, dejaremos la oscuridad y caminaremos a la luz. El liderazgo populista debe darle paso al liderazgo compartido y colectivo. No se trata de regresar al pasado, se trata de dejar este presente que no es futuro para nadie en el pasado junto al pasado. Este episodio final de campaña donde Chávez ha dicho que no importa si el pueblo tiene luz, agua, casa, cloacas, trabajo, crédito, salud, educación. Que está en juego algo más profundo que eso, y uno solo piensa para responder, es que el ejercicio del gobierno solo se justifica es para resolver los problemas de la gente, pensar de otra manera es violentar La Constitución y poner los sagrados intereses del pueblo en función de objetivos y estrategias que no se conocen y que se enmarcan en la política exterior de ser antimperialista pero como válvula de intereses distintos al del pueblo. Hoy se cierra un ciclo de vida política para Latinoamérica y para Venezuela al cual no deberemos regresar más nunca y dejarlo como un episodio gris de nuestra historia.

CARLOS CASANOVA LEAL

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